La Verdad
Encontró un hombre mayor, viejo, que por su edad debería conocerla. -Señor, quiero saber la Verdad, la estoy buscando. ¿Dónde puedo hallarla? -La Verdad está dentro de ti. -¿Cómo puede ser? Yo sólo tengo mi verdad, no la Verdad. ¿Qué debo hacer para descubrirla? -La Verdad está dentro de ti pero no puedes verla hasta que tengas todo el Conocimiento. -Yo tengo conocimiento. ¿Cuánto más necesito para descubrir la Verdad? -Como somos imperfectos, la verdad que cada uno tenemos es parcial y depende de nuestro conocimiento. Si sumáramos todas las verdades parciales tendríamos toda la Verdad. Sería como sumar todos los conocimientos parciales; tendríamos el Conocimiento total. Sin duda, el Conocimiento total nos daría la Verdad de todo. -Entonces, ¿debería tener el Conocimiento total para tener la Verdad total? -Sí. Si realmente lo deseas, puedes conseguirlo. -¡Bien! ¿Pero cómo?, ¿cuándo?, ¿de qué manera? -Te ocupará no esta vida ni varias vidas sino todas. -¿Qué? -Si admitimos que nuestro conocimiento es parcial, luego imperfecto, y sabemos que Dios tiene el Conocimiento total porque es perfecto, nos puede ocupar tantas vidas como se puedan vivir desde el Big Bang hasta el Big Crunch para llegar a Dios con todo el conocimiento acumulado que no necesariamente va a ser el Conocimiento total. -¿Porqué? -Porque de la suma de los conocimientos parciales no se obtiene el Conocimiento total dado que el poseedor del Conocimiento Total está en otro plano que el nuestro y esto hace que -a pesar de todo- cierto conocimiento que Él tiene no podremos tenerlo nosotros. -¡Pero si llegaremos a Él sabremos tanto como Él! -Llegaremos a él después de infinitos Big Bang y Big Crunchs. Y después de eso, porque Él quiere, conoceremos la última verdad parcial que nos faltará: la de Él. -Entonces... -Vive para ti y para los demás, aprende todo lo que puedas y nunca creas que sabes nada. Sigue adelante y nunca te pares. -Gracias señor. ¿Nos volveremos a ver? -Desde luego que sí. |